El cambio personal y la terapia psicológica
El asistir a un consultorio psicológico no es sólo para recibir terapia psicológica, si no también se asiste por diversos motivos como: encontrar alternativas y soluciones ante un conflicto interpersonal en el ámbito familiar, social o laboral, el explorar el tipo de relaciones que se establecen en la cotidianidad y su efecto en el entorno; el resolver un problema en el ámbito de índole personal (lo cual no tiene que ver directamente con un trastorno de personalidad), explorar los conflictos o dificultades que impiden la realización de una meta personal. La asesoría profesional implica explorar con el consultante debido a que no se ha conseguido un objetivo propuesto, explorar que es aquello que lo impide y lo que se necesita hacer en el presente. Además, de ser un espacio de salud psicológica que puede abordar diferentes problemas emocionales como trastornos de personalidad. Es por ejemplo lo que diferencia a un profesional psicólogo con especialización en psicoterapia a terapeutas holísticos y de entrenadores provenientes de áreas de los negocios, administración y similares que no cuentan con la expertice profesional propia de una carrera dedicada al servicio en el bienestar psicológico. Desde este punto, es importante averiguar quien es el profesional que va a atender un caso.
Cuando un consultante asiste a la consulta psicológica algunos tienen en claro que es aquello que desean cambiar para mejorar, mientras que otros consultantes sienten que no consiguen lo que están buscando en la vida o hay algo que se los impide, pero no lo pueden observar con claridad. La asesoría profesional psicológica en estos casos es lo indicado.
Sin embargo es importante, tener claro el deseo de cambiar o mejorar la sinceridad con uno, ya que el cambio lo va a realizar el paciente o consultante, y el psicólogo-terapeuta, se convierte en un acompañante, en el proceso de mejora. Quien en base a su experiencia lo acompaña aún darse cuenta de que lo que sucede, facilitándole herramientas, orientándolo, en otros casos brindándole consejería si fuese necesario, cuando se necesite.
En los casos, que el consultante, sienta que no desea cambiar, es importante preguntarse, cuál es el beneficio que brinda su actual estado. Es lo que se ganaría si cambia o que lo que se dejaría de ganar, y que implicaría para su vida en sus diversos aspectos.
En la relaciones de pareja, por ejemplo, el que uno de los miembros asuman un rol de víctima, lo colocan al otro miembro, un victimario. Y como toda víctima, se merece una reparación y que siempre lo salven y lo ayuden. Es romper aquel ciclo no es sencillo, ya que implicaría por ejemplo el responsabilizarse de sus actos y de su propia vida.
El asistir a terapia psicológica implica también aquello, el asumir una responsabilidad consigo mismo, lo cual implica un acto de madurez emocional como la existencia. En la medida que se asuma la responsabilidad de los propios actos, las propias relaciones con los demás y con uno mismo, van a mejorar en el tiempo.
Si bien el consultante se puede plantear metas y objetivos, se tiene que saber que aquello es como una incubadora y tomó tiempo para conseguirse, lo cual va a depender de las circunstancias que involucre aquello.